Pese a que fue en septiembre de 2019 cuando Adele le pidió el divorcio a Simon Konecki, después de cuatro años de matrimonio, es recién ahora, en medio de sus presentaciones en Las Vegas, que la cantante de 34 años se sinceró sobre su separación y cómo este suceso la motivó a regresar a terapia.

Si bien, su último disco de estudio «30» da detalles de cómo fue la vida de Adele previamente, durante y después del divorcio, nunca antes había hecho confesiones tan a fondo como las recientes.

¿QUÉ DIJO ADELE SOBRE SU DIVORCIO?

La intérprete de «Easy On Me» admitió que debido a lo doloroso que fue el proceso de la separación decidió pedir ayuda psicológica y regresar a terapia.

Sin embargo, pese a que han pasado los años y aquella herida ya sanó e incluso ella hizo de nuevo su vida junto a Rich Paul, la artista confesó que nuevamente está yendo a terapia.

«Comencé a ir a terapia otra vez, porque estuve unos años sin ir. Necesitaba comenzar», señaló Adele sobre su regreso a las sesiones psicológicas. «Antes, obviamente, cuando pasé por mi divorcio, tenía como cinco sesiones de terapia al día», confesó.

«Dejé de responsabilizarme por mis propias acciones y las cosas que decía, porque siempre recurría a mi terapeuta», continuó la británica sobre este proceso.

No obstante, explicó que ahora decidió regresar con un terapeuta debido al miedo que siente cada vez que se debe presentar sobre un escenario.

«Ahora lo hago porque quiero asegurarme de que estoy haciéndolo mejor cada semana y poder darles todo», afirmó Adele a sus fanáticos de Las Vegas.

Y sin duda las sesiones están dando resultado y calando fondo en ella, porque durante los show de su residencia en la famosa ciudad, se le ha visto más relajada y divirtiéndose junto al público.

«Siempre me pongo tan emotiva. Amo hacer música, pero hay algo sobre actuar en vivo que me aterra y me llena de temor», explicó la cantante británica, respecto a su pánico escénico y cómo la terapia la ha ayudado a superarlo.