#DetrásdelBeat con Vladi Cachai: «Hay que disfrutar el proceso»

Estuvimos conversando con el talentoso productor chileno que ha trabajado con artistas de renombre mundial, como Paloma Mami, Don Omar y Gloria Trevi.

Hemos regresado con una nueva edición de nuestro #DetrásdelBeat, donde buscamos conocer a destacados productores musicales nacionales y compartir su trabajo con ustedes.

En esta ocasión conversamos con Vladi Cachai, renombrado productor chileno y ganador de cuatro Discos de Oro y tres Discos de Platino.

Durante sus inicios trabajó junto a DJ Méndez produciendo varios de los hits del disco “Made in Chile” (2010), con los que obtuvo Disco de Oro.

Ha producido y participado en diferentes proyectos como “Don’t Talk About Me” de Paloma Mami, logrando Disco de Oro en Estados Unidos y Chile. Además, participó como Ingeniero de Grabación en el single “Mami”, ganando Disco de Platino en Estados Unidos.

También, ha colaborado con diversos artistas de renombre internacional, como lo son: Don Omar, Nacho, Gloria Trevi, Bryant Myers, Chino & Nacho, Maffio, Alcover y JQuiles.

Recientemente trabajó junto a Javiera Mena en el EP “I. Entusiasmo Deluxe”, una versión especial del último EP de la cantante, donde crearon tremendos remixes de sus canciones.

#DetrásdelBeat junto a Vladi Cachai

Vladi, siempre que hablas de momentos clave en tu carrera mencionas a DJ Méndez, ¿qué significó para ti esa experiencia?

Al Leo lo conocí por un amigo que trabajaba con él. Yo iba al estudio donde grababan y poco a poco fuimos conversando e hicimos una amistad. Hasta que en un momento me dice si es que quiero trabajar con él. Yo le dije: “encantado, démosle”.

¿Y grabaron de inmediato, o cómo fue el proceso?

Méndez venía de recién haber sacado «Lady», un tema que pegó muchísimo. Entonces pasó esto: me tuvo cuatro meses a prueba, para ver si estaba preparado para trabajar en su próximo disco que terminó siendo “Made in Chile”.

Entonces, yo tenía que terminar el disco, mezclarlo. Pasó el tiempo, empezamos a avanzar, avanzar, avanzar… hasta que salió la canción “Mi Chile”. La lanzamos en la Teletón y fue un éxito total. Esa fue mi primera aproximación con la música profesionalmente.

¿Cómo siguió tu vida después de eso?

Fue intensa. En ese entonces salieron las dos primeras temporadas del docureality de “Los Méndez”, nos fuimos de gira. Me acuerdo que llenamos el estadio de Quillota, ahí nos decían que nunca había estado tan lleno. 23 mil personas, una locura.

La gira continuó por todo Chile, Valparaíso, Iquique, Concepción, Coyhaique. En todos lados nos esperaban masas de gente. En esos tiempos no estaban las redes sociales como ahora, ahí la gente llegaba a verte y esperaban compartir contigo como artista. Después de eso vino la separación… la gran separación.

¿Y por qué pasó eso?

Nos separamos por problemas de dinero. En su momento salió todo en la prensa, nos estaban pagando menos de lo que se debería, entonces empezó a quedar la embarrá. Fui el primero en salirme del equipo y de ahí no volví a trabajar con Méndez nunca más.

Fue algo complicado porque tuve que empezar desde cero. En un momento, después de lo que pasó, pensé en dejar la música.

¿Cómo continuaste tu carrera?

Después de eso, viví un proceso de tres años donde logré levantarme. En ese periodo logramos el primer #1 en Shazam y Spotify a nivel nacional, con el tema “Caribe”, con DW y Solo di Medina. Ahí empecé a retomar contactos, volví a sonar en la radio, hasta que en un viaje a Miami conocí a Papayo, estuve en el estudio de Marc Anthony y empezaron a pasar cosas.

Después conocí a Alcover, que es el productor de Nacho, también produjo “Danza Kuduro” con Don Omar… Pasó un año y volví con mi familia de vacaciones a Miami, con mis dos hijas y mi esposa. Ahí me junté con Alcover, conversamos y después de eso, decidí irme a probar suerte al año siguiente. Tirarme al río y ver qué pasa, a lo que salga.

Y cuéntame, ¿cómo se dieron las cosas en Miami?

La primera semana estuve mirando el techo, esperando que llegara Papayo, que además es percusionista de Pitbull y compositor de Pitbull, pero andaba de gira. Entonces se me ocurre escribirle a Alcover, le dije que estaba en Miami y que nos podríamos juntar. Él estaba en el estudio de Nacho, me dice que vaya y que empiece a trabajar con ellos en el estudio.

Empecé a ir todos los días, ahí conocí a Nacho, dentro de eso salió el trabajo con la Paloma, que lo empezamos trabajando en Chile y lo terminamos en Miami. Así fui conociendo a una infinidad de artistas como Don Omar, Gloria Trevi, Lary Over y Fuego.

¿Cómo llevaste eso? Porque debe ser impactante pasar de un momento donde querías dejar la música a codearte con artistas de primer nivel…

Sí, ¿sabes lo que pasa? En un momento, cuando estuvimos en “Los Méndez”, luego que se acabó toda esa nube, yo toqué el suelo. Tuve que levantarme después que, cuando estaba con Méndez, me creía el mejor del mundo. No había nadie mejor que nosotros.

Entonces, al tocar el suelo, dije, tengo que volver a ser la persona que siempre fui y no me voy a contaminar o pensar que porque estoy trabajando con ellos voy a ser diferente a los demás. Lo tomé con calma, lo tomé como una persona común y corriente que tiene la oportunidad de trabajar con ellos.

Fue todo super grato, verlos a ellos tal cual como veía a mis amigos. Normal, porque si me lo tomo de otra forma, uno se va echando gente encima. Obvio que uno tiene su genio o tiene su forma de trabajo, pero sin faltarle el respeto a nadie y mirando a todos por igual.

Vladi, y pasando de Miami a Chile, ¿cómo se concretó tu reciente trabajo con Javiera Mena?

Mira, fue un desafío, porque Javiera en ese momento estaba en España y manda un audio y dice: “Dile que haga lo que él sienta, porque él sabe lo que hace. Lo encuentro capo”. Entonces yo digo ya, chucha, ‘ta difícil esta cosa. Entonces pensamos tener una versión bachata del tema. Imagínate, hasta una versión bachata pensé hacer.

Probamos con trap, alcancé a probar otras cosas y la versión pop de ahora, que esa de un principio, dije esta es. Se la mandé a la agencia y mi equipo para que la escucharan. Como que al principio no la sintieron porque se la mandé como maqueta, pero después la mezclé, le puse efectos a las voces y así salió. Aunque desde el principio supe que esa era la versión que tenía que salir.

¿Cómo te sentiste después de ese mensaje de Javiera? Fue en parte una muestra de confianza, ¿no crees?

Sí… y por lo mismo no había que fallar, no había que dudar. Si yo hacía algo que estaba sintiendo, debía seguir con esa idea. En una llamé a un amigo guitarrista que se llama Martín D’Alessio, y le digo que necesitaba meterle algo de rock al tema, algo que sea totalmente distinto a lo que hace Javiera.

Pasaron los días y Martín me habla. Me dice “oye, me da un poco miedo lo que te voy a mostrar, pero escucha esto”. Y me mandó un solo de guitarra increíble que terminé incorporando al tema.

Continuemos hablando de artistas nacionales con las que has trabajado, ¿qué sensación te deja haber visto a Paloma Mami cantando con Ricky Martin? Tú, que grabaste con ella, ¿cómo ves su carrera?

Mira, desde un principio, desde el momento en que me junté con Paloma lo supe. Nos conocimos porque Pablito Pesadilla, un DJ conocido de acá, me dijo que Paloma estaba buscando estudio. Ahí me hizo el contacto, me llamaron de Sony, y apenas empezamos a trabajar pensé que tenía el ángel como pa’ romperla.

Me gustó su actitud, siempre pa’ delante. Después de trabajar en Chile nos juntamos en Miami y todo fue de la misma manera. Nunca la escuché hablar mal de alguna persona, nunca comentó algo malo sobre alguien, sino que se preocupaba de su carrera y hasta el día de hoy sigue siendo igual. Por eso nunca tuve dudas de que iba a llegar a donde está ahora.

Y también, no te voy a mentir, me ha sumado mucho haber trabajado con Paloma. Ella me abrió las puertas en Estados Unidos. Independiente de que yo haya conocido a gente que confiara en mí, ella hizo que otras personas se acercaran a mi trabajo, que yo me entienda directamente con Sony. Me ayudó para que desde Estados Unidos me dijeran oye, queremos trabajar contigo.

Si tuvieras que sugerirnos a algún artista nacional al que debamos estar atentos, ¿quién sería?

Hay un chico que se llama Brahiron, que es de Got Talent. Lo fichó Universal hace poco. Estamos trabajando con él. Tiene mucho talento, demasiado, y es el talento que se necesita en este momento. Que venga un artista, se pueda parar en el escenario, se coma el escenario y que no haya duda de que si canta bien o no. Él canta espectacular.

Y para cerrar, ¿algún consejo que le quieras dejar a quienes deseen dedicarse a la música?

Que hay que jugársela, hay que vivírsela y disfrutar el proceso. Quien no disfruta el proceso y lo ve como una obligación, que mejor se dedique a otra cosa.