Georgie Henley, reconocida por interpretar a «Lucy Pevensie» en las películas de «Las crónicas de Narnia», reveló que cuando tenía 18 años contrajo una enfermedad que casi le quita la vida y las cicatrices que le dejó.

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— Georgie Henley (@geohenleyreal) October 25, 2022

¿Qué enfermedad tuvo Georgie Henley que casi le quita la vida?

Así lo dio a conocer la actriz de 27 años a través de sus redes sociales. Donde compartió su experiencia con la enfermedad que contrajo cuando tenía dieciocho años y estaba en su sexta semana de universidad. Se trata de fascitis necrosante, y según Henley, esta consiste en una “infección rara y punitiva” que causó estragos en todo su cuerpo.

“Para evitar la amputación de mi mano y brazo izquierdo, me sometí a una extenuante cirugía invasiva y luego a una extensa cirugía reconstructiva que resultó en una serie de injertos de piel y cicatrices”, comienza diciendo la celebridad.

“Me tomó mucho tiempo sanar tanto física como mentalmente, pero esperaba que algún día llegara el momento adecuado para hablar sobre lo que sucedió”, reveló la actriz.

Quien además explicó que durante los últimos años ha ocultado sus cicatrices en cualquier contexto profesional. Con vendajes o cubiertas, maquillaje en el set y el escenario. Además de mangas largas cada vez que podía ser fotografiada.

“La industria de la que formo parte a menudo se enfoca en una idea muy limitada de lo que se considera «perfección» estética. (…) La verdad es que no existe la ‘perfección’. Pero aún he vivido con la vergüenza de sentirme diferente, exacerbada por las expectativas que venían con comenzar mi carrera a una edad temprana”; reflexionó Henley.

Recordemos que la intérprete de “Lucy Pevensie” ha participado en las tres partes estrenadas hasta ahora de “Las Crónicas de Narnia”. Donde comenzó cuando solo tenía 10 años, precisamente en la primera entrega llamada “Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero”.

De todas maneras, la actriz hizo hincapié en que sus cicatrices no son algo de lo que avergonzarse. Y constituyen más bien un mapa del dolor que ha soportado su cuerpo y un recordatorio de su supervivencia.