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L Gante
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L-Gante da su versión de los hechos tras denuncia en su contra por presunto secuestro

El cantante de Argentina tiene además cargos por amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y tenencia de estupefacientes

L-Gante, uno de los exponentes de la música urbana de Argentina, fue detenido hace pocos días luego de ser acusado por privación ilegítima de la libertad (secuestro), amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y tenencia de estupefacientes.

Esto ocurrió luego de una disputa que tuvo «La mafilia», un grupo de amigos, con otras personas afuera de una disco. Tras esto, el artista fue a ver qué estaba sucediendo y, de acuerdo a lo señalado en la denuncia, habría amenazado a la gente con un arma y no les habría permitido irse.

Sin embargo, ahora el intérprete de «El Último Romántico» salió a decir su versión de los hechos ante el fiscal, pero negándose a contestar preguntas y tampoco quiso firmar el acta. Su declaración completa fue recopilada por Infobae.

¿Qué ocurrió según L-Gante?

Mientras «La mafilia» estaba con disturbios fuera de una disco, L-Gante (de nombre real Elián ángel Valenzuela) se comunicaba con ellos para «seguir de fiesta en la casa del barrio», según lo reportado por el medio.

«Cuando yo digo que voy a ir para allá, me entero de que había surgido esta pelea en el boliche. Me comentaron que esta gente, G.T., sus familiares, los funcionarios municipales, R. (la mujer de 53 años) tuvieron una pelea con mis amigos», reveló el cantante este jueves 8 de junio ante el fiscal.

«Hicieron un acto de vandalismo hacia un auto de un amigo mío. Esto es lo que me comentaron», agrega.

Luego, según L-Gante, «La mafilia» lo fueron a buscar a su casa para contarle sobre los disturbios y le dijeron que tenían un video en el que la hija de G.T. (siglas de la persona) grita: «No le tenemos miedo a Elián».

Tras esto, fue a comprar cigarros donde vio a los policías y les preguntó si sabían algo. «Se acercó el patrullero, se bajó un oficial y antes de que yo le dijera algo él me dice: «Sí, ya sé, es por el quilombo de tu casa del barrio». Al decirme eso, arrancamos a la vez, varios patrulleros y yo en el BMW blanco».

El encuentro de L-Gante con G.T.

Posteriormente, junto a la autoridad estaba también G.T. con otras personas.

«Frené a la altura de su casa. Ahí se me acercaron sus hijos, su esposa y demás gente que lo acompañaba en el boliche y en la pelea que tuvieron», cuenta L-Gante.

Y en ese momento habrían aparecido sus vecinos. «Se acercaron a la ventana y fue un alboroto de que todos querían hablar a la misma vez, me querían hablar. Yo jamás bajé del auto», agrega el cantante.

«Mi reacción ahí era ignorar a sus hijos, esposa y demás personas, yo solo quería hablar con G.T. de macho a macho, esas fueron mis palabras. A la vez, le preguntaba quién había tirado tiros en mi casa, a lo que respondían que ellos no tienen armas. A todas esas palabras, una encima de la otra, G.T. se sube del lado derecho de la parte trasera del BM», añade.

Lo que sucedió en el auto

«Entonces arranco el auto. Comenzamos a hablar con G.T.. Le preguntaba qué fue lo que pasó, quiénes se pelearon y el por qué. Él me dijo: «Vamos a lo de R». Cuando llegamos, estaba ella y le digo a R. que si podía ascender al auto, así teníamos esta charla y yo lograr comprender cuál era el conflicto que había sucedido mientras no estaba. Que también era lo que G.T. quería lograr, aclarar las cosas», dice L-Gante.

Además, el artista destaca que tanto R. como G.T. entraron a su auto «por su propia voluntad».

«Luego de partir de la casa de R., paso por mi casa donde estaban todos los patrulleros y mis amigos, hablo con la Policía. Estando G.T. y R. y un pibe que me traje del boliche que me estaba acompañando en el auto, le digo por la ventana y en forma chistosa «el que estaba haciendo quilombo es este», señalando a G.T. que estaba atrás».

Ante esto, L-Gante dijo que todos «se rieron» y siguieron la marcha.

El resto del camino

«Esta vez nos dirigimos al lado céntrico de Rodríguez, tomando el recorrido del paso a nivel de la zona del cementerio de General Rodríguez. A todo esto charlando. Yo notaba a R. muy presionada, porque lo sé y porque ella misma me lo hizo saber, de que estaba a favor de las palabras de G.T., por temor a que G.T. la deje sin trabajo», añade.

«A todo esto, charla y discusión entre ellos, llega un momento en el recorrido que tomo Ruta 6 para retomar el recorrido con dirección a Rodríguez nuevamente, pero por del lado de Acceso Oeste», señala L-Gante.

«Si mi memoria no falla, bajé de Acceso Oeste en la bajada que esta a la altura de la estación de servicio Puma y la fábrica de La Serenísima, de los camiones. El semáforo estaba sin funcionamiento y en el cruce del semáforo había un control policial, que estaban los conos, el patrullero y un solo personal vi yo en ese operativo, al cual no era la intención frenar ahí», relató.

«Seguimos», continuó. «Pasé por el exterior de la DDI y en todo ese recorrido -ya una vez que habíamos bajado el Acceso Oeste, veníamos charlando lo mas bien- ya nadie estaba nervioso ni nada».

El desenlace de la noche según el cantante urbano

«Llegamos a la estación de servicio YPF, la cual al lado derecho tiene una agencia de remises de nombre A.C., al ya haber hecho las pases, supuestamente, y haber aclarado todo lo que era una discusión de G.T. y R. y lo que G. T. me decía a mí, yo dije: “Bueno, no me importa, quería saber como había sido todo», dijo L-Gante.

«Me dijeron que no me haga drama. Les dije: «Bueno, los bajo acá si no hay problema». Me dijeron que no, le doy cuatro mil pesos, primero desciende G.T. Yo le doy los cuatro mil pesos a R., y vuelvo a encender el vehículo y me vuelvo a mi casa del country», añadió el músico.

Ahí fue cuando L-Gante pensó que ya todo estaba resuelto. «Entro a mi casa, o sea al barrio privado, y ahí fue que descendí del vehículo y me fui a dormir en mi casa. Serían tipo nueve u ocho de la mañana».


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