Es de cultura general que los actores disponen su cuerpo al servicio del personaje que les toque interpretar, para subir o bajar de peso. Estilo de vida que como consecuencia, puede traer complicaciones al momento de querer cambiarlo, tal y como le pasó a Rebel Wilson.
La actriz fue la reciente invitada al podcast Call Her Daddy, donde estuvo conversando sobre las obligaciones que tenía su contrato para la trilogía de películas «Pitch Perfect», sobre cómo debía manejar su peso.
¿Qué dijo la actriz?
Wilson, quien interpretó a la «Gorday Amy» en las tres producciones, que desarrollaron de 2012 a 2017, confesó que tenía estrictamente prohibido subir o bajar de peso.
“No pude perder una gran cantidad de peso porque estaba en los contratos de esa película. No puedes perder, creo que no son más de 10 libras o no puedes ganar más de 10 libras (4,5 kilos). Tienes que mantenerte en el peso. Está en tu contrato», reveló
Por lo mismo, la comediante esperó hasta que la trilogía de películas llegará a su fin, para tomar la decisión de comenzar a perder peso.
“Estuve pensando por un tiempo que me gustaría ser más saludable”, agregó Wilson. “Fui estereotipada al interpretar a esa amiga gorda y divertida. Lo cual es muy difícil porque amo esos papeles. Me encanta hacer esos roles, me encantan esos personajes. Pero luego quería hacer más cosas, pero sentía que siendo la chica más grande, estaba encasillada”, agregó.
EL RECHAZO DE HOLLYWOOD
A pesar de que ella estaba feliz con la idea de cambiar, lo cierto es que la industria hollywoodense no la apoyó, ni siquiera su propio equipo, y así lo reveló la propia actriz hace ya un tiempo, en una entrevista para la BBC.
«Recibí mucho rechazo de mi propio equipo, aquí en Hollywood, cuando dije: ‘Está bien, voy a concentrarme ese año en la salud. Siento que realmente voy a transformarme físicamente y cambiar mi vida'».
Sin embargo, la respuesta de sus managers no le sorprendió. «¿Por qué? ¿Por qué querrías hacer eso?», le dijeron, sin entender el porqué de aquella decisión si estaba ganando millones de dólares siendo la «gordita graciosa».
